SEBASTIÁN JULIÁN GAYARRE GARJÓN
Roncal, 1844 - Madrid, 1890
Tenor
Estamos ante la figura del roncalés que mayor fama ha alcanzado internacionalmente. Julián Gayarre ha pasado a la historia como uno de los mejores tenores que ha habido en el mundo de la ópera. Se acercó al mundo de la música de la mano de don Conrado García, quien lo introdujo en el Orfeón Pamplonés después de observar sus grandes cualidades. A partir de ese momento el joven tenor roncalés inicia una brillante carrera que alcanzará su momento más estelar el 2 de enero de 1876; ese día Gayarre interpretaba su ópera predilecta, La Favorita, sobre el más prestigioso escenario del canto, el Teatro de la Scala, en Milán; seguro de sí mismo, el divo roncalés salió al escenario y se dejó oír ante el público más exigente que jamás le había escuchado. Aquella noche Julián Gayarre , el que unas décadas antes fuera un modesto pastor, se consagraba para siempre como el mejor tenor del mundo. Moscú, Viena, Milán, Buenos Aires, Londres, Madrid, Roma, Montecarlo, Lisboa..., uno a uno, triunfando siempre, recorre los más selectos auditorios. La realeza europea se doblega ante su voz, haciéndose merecedor de las más prestigiosas condecoraciones y de variados galardones. Para quienes le rodeaban lo que más les llamaba la atención del tenor era su profundo amor hacia su villa natal. Gayarre entendía que ser roncalés era el título más prestigioso que tenía. Falleció en Madrid el 2 de enero de 1890, siendo su cuerpo trasladado, en medio del fervor popular, a la villa de Roncal en donde descansa bajo un artístico mausoleo, obra del escultor Benlliure.